Creo que merece una reflexión el panorama de la edición independiente en la actualidad. Un poco por que nadie que recuerde ha propuesto algo acerca de dicho tema, ya sea dentro de las publicaciones independientes o en los eventos que regularmente se hacen. O tal vez, para decirlo mejor, no hay una continuidad en las reflexiones que se hicieron acerca de los multiples problemas que encara la edición independiente sino cosas dispersas, pensamientos, inquietudes, pero no mucho mas. Hay por supuesto nucleos concretos, con propuestas concretas. Esta Arecia (asociación de revistas culturales independientes de la Argentina) y su proyecto de ley de fomento que "propone una serie de beneficios para el sector, entre ellos, la exención impositiva del IVA en toda la cadena de producción, al Impuesto a las Ganancias y a los derechos de exportación e importación" (extractado de la pagina de Arecia). Señale esta parte en especial por que más allá de la promoción como política de Estado de la producción independiente y autogestiva, el eje del problema pasa por el encarecimiento en la producción y la dificultad en la distribución. Dichos problemas estan afectando notablemente a revistas tales como Barcelona, por mencionar a una de las publicaciones más vendidas y conocidas del sector. Pero como se puede inferir sin ninguna dificultad este problema se esta discutiendo en el ambito de las publicaciones periodicas cuyo estatus legal se encuentra bajo los lineamientos que la ley reconoce para toda publicación periodica como tal, es decir, revistas que cumplen con todos los requisitos y tramites para estar en regla de acuerdo a las normas vigentes. Estas publicaciones se mueven por un circuito tradicional de quioscos, y algunas tienen distribución nacional (por ejemplo Barcelona). Este circuito de distribución se encuentra en crisis, se estima que cerca de 1000 puestos de kioscos han cerrado, y una suma similar se encuentra en una situación próxima al cierre. Pero aún más llamativo es que las preocupaciones de este tipo de publicación no contemplan que el panorama es aún más amplio y más complejo. Ya que al número de editoriales que cumplen con la norma y que son independientes (es decir no pertenecen a ningún monopolio editorial) hay que agregarle otro tanto de editoriales que presciden de la norma y se lanzan a la producción. Existe una buena cantidad de proyectos editoriales que incluyen publicaciones periodicas para quienes la norma solo implica una piedra en la dinamica productiva. Sin hablar de un costo extra que resta una potencial inversión en la producción. Es que para la norma vigente no hay espacio para la pequeña producción, y para el pequeño editor (incluyendo al fanzinero, por supuesto) la norma le resulta ridicula. No hay beneficios demasiado claros que generen que dicha producción se adecue a las necesidades de la ley vigente. El ISBN (international serial book number) es el registro por ley que toda publicación debe llevar y que asegura su comercialización. Para un pequeño editor (estamos hablando de tiradas que van de 100 a 1 ejemplar) el tramite implica darle un marco legal a su proyecto editorial y garantiza su potencial comercialización, pero ¿que lugar tienen estos emprendimientos en la cadena de distribución? Para las librerias una pequeña edición no es más que un escollo, un material que hay que ocultar entre las bibliotecas, por que aquello que tiene visibilidad corresponde a quienes pagan por el espacio generosamente, es decir, las grandes editoriales. ¿Cuantos ejemplares puede un pequeño editor dejar en una libreria común?¿2?¿3? Ni hablar que cuando pague el deposito legal como lo marca la ley 11723 tendra que dejar uno o dos de acuerdo al número de tirada que tenga. Que devolución puede tener un pequeño editor de toda esta estructura que hace que proyectos mucho más grandes se vean forzados a cerrar o a vender su catalogo (cualquiera que haya seguido la evolución de proyectos como Interzona, Cuenco de Plata, Caja Negra o Tinta limón podrá hacerse una idea de lo que hablo). La competencia con los monopolios editoriales es inmensamente desigual. Y eso que no estoy hablando exclusivamente de historieta. Si reducimos aún más el campo de observación y nos concentramos en la historieta la pelea es aún más dura. Es ahi donde el panorama de una cadena alternativa de producción y distribución suena más prometedor. Los eventos garantizan un espacio de venta y un muestrario de la diversidad y cantidad de títulos que aparecen año a año. Pero mientras la variedad parece acrecentrarse los medios de hacerla visible y de garantizar la continuidad de esos proyectos se van reduciendo. Pareciera necesario constituir o fortalecer una red de editores independientes, esto es notablemente visible en el campo de la historieta independiente, un espacio en donde se pueda por ejemplo comprar entre muchos insumos básicos para la producción, prestar servicios mutuamente y encontrar un mecanismo alternativo de distribución (por ejemplo generando una mayor periodicidad de eventos en donde se muestre y se venda el material independiente). Se necesitan muchas cosas, pero lo primero que se necesita es empezar a conversar acerca del tema, ya que involucra la supervivencia de un sector inmensamente rico de la cultura.
Trump
Hace 2 semanas
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